"China recorta tasa de interés”: ¿El mundo debería preocuparse? ( prepararse)

Imagen nexus.

Lo primero que se observa es que no se trata de un estímulo agresivo ni de un "salvavidas" monetario.

China no está en crisis terminal; está calibrando con precisión quirúrgica. Liberar liquidez mediante el coeficiente de reservas y abaratar el crédito a través de la tasa de recompra, el Partido Comunista está apostando por reactivar el consumo interno y rescatar selectivamente sectores como el inmobiliario y el manufacturero, sin inflar una burbuja.

Es una medida para sostener la economía real, no los mercados financieros. Lo relevante es que estas medidas buscan sostener la narrativa interna de estabilidad y liderazgo global, pieza clave en la legitimidad del régimen de Xi Jinping.

China no puede permitirse un retroceso económico que afecte su rol como potencia alternativa a Occidente, ni mucho menos permitir que se genere la desconfianza a su gobierno con su propia población. En un momento donde Estados Unidos vive incertidumbre y Europa enfrenta fragmentación interna, China da un paso calculado: suaviza las tensiones internas mientras expande su influencia externa.

Este movimiento proyecta control. China actúa de forma anticipada. bajar la tasa de interés no se vende como debilidad, sino como ajuste fino de un modelo propio, con autonomía de decisiones y capacidad de adaptación.

El mensaje al mundo es: “seguimos creciendo, seguimos en control, y tenemos margen de maniobra.”

Mientras tanto en México seguimos apostando por exportar materias primas y depender del consumo externo o improvisar políticas públicas. México, por ejemplo, no tiene política industrial real, ni independencia tecnológica, ni planificación estratégica del mercado interno. Y en ese hueco, China penetra con productos baratos, sin reciprocidad económica.

China no necesita invadir con armas. Lo hace con tasas de interés más bajas y expansión monetaria estratégica, empieza la posible colonización con crédito y manufactura.

No solo se trata de entender la economía. Se trata de anticipar el juego de poder detrás de cada ajuste.

Si no aprendemos a leer estos movimientos, tanto gobiernos o empresarios, no solo perderemos competitividad: perderemos soberanía económica. China actúa con lógica de Estado.

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"Hablar de política no es levantar la mano en tribuna, es mucho más profundo, es saber mover el tablero. Armando J. García, estratega político."

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