Susana Zabaleta y Rodrigo de la Cadena en Tijuana, la Gira Perfecta

Algunas noches no se cuentan… se sienten. Y esta fue una de ellas.

Tijuana no estaba lista para lo que se vivió en el Centro Cultural, una noche donde la piel se erizó, el alma cantó y el tiempo por unos minutos pareció detenerse.

Susana Zabaleta y Rodrigo de la Cadena llegaron con La Gira Perfecta no solo a interpretar canciones, sino a revivir emociones que creías olvidadas, y a rendir homenaje a un gigante de la música: Armando Manzanero.

Zabaleta apareció entre luces cálidas, bajando por las escalinatas del teatro con la elegancia de una diva única y especial. El público no tardó en ovacionarla. Con ese humor que desarma y esa voz que acaricia, confesó entre risas:

“Fue gracias a Manzanero que conocí a Rodrigo. Tenía que hacer algo grande con él... y aquí estamos. "Y vaya que fue grande.

Mientras ella conquistaba con su fuerza escénica y sensibilidad, Rodrigo de la Cadena, conquistaba no solo con su voz, también con al piano tejía sin duda la presencia de los dos grandes fueron el equilibrio perfecto para esta gran noche. Juntos no solo cantaron, le pusieron piel al recuerdo, al amor y al duelo de lo que ya no está.

Uno de los momentos que dejó sin aliento fue cuando Zabaleta, vestida de rojo pasión, hizo una pausa con el mundo para interpretar temas que sabían a pasado, pero dolían como si fueran de hoy.

El público, en silencio casi en pausa, se dejó envolver.

El final llegó, pero no con despedidas, sino con un himno: “Vivo por ella”, tema que alguna vez cantó junto a Andrea Bocelli, y que esta vez se sintió distinto.

Más nuestro. Más íntimo. Más Tijuana.

El público no solo vivió un evento inolvidable. Porque hay conciertos… y hay momentos.

Y lo que Susana y Rodrigo regalaron esa noche no fue solo música, fue pasión, fue vida, fue esa sensación de estar plenamente vivos, como si cada nota fuera la última canción.