"América Latina al borde: narcotráfico, violencia y gobiernos en crisis"
- Armando Javier Garcia
- 23 ago
- 2 Min. de lectura

América Latina atraviesa un momento de definiciones críticas. Entre tensiones internas y desafíos externos, Venezuela y Colombia se han convertido en los países donde se juega un eje decisivo para el futuro político y estratégico del continente.
En Venezuela, el gobierno de Nicolás Maduro enfrenta acusaciones internacionales que lo vinculan con el narcotráfico transnacional.
Estados Unidos ha señalado a Maduro como líder del denominado Cártel de los Soles, una organización criminal con alcance global.
Washington ha respondido con medidas concretas: el despliegue de destructores militares en el Caribe y la oferta de recompensas.
Maduro ha rechazado estas acusaciones, pero la situación ha trascendido lo regional y se ha convertido en un asunto de seguridad nacional para Estados Unidos, con implicaciones directas para la estabilidad global.
Más allá de Venezuela, este conflicto podría ser solo la punta del iceberg para desenredar posibles vínculos de gobiernos y redes criminales en la región.
Mientras tanto, Colombia enfrenta su propia crisis de gobernabilidad bajo el gobierno de Gustavo Petro. Su estrategia de “paz total”, basada en negociaciones con diversos grupos armados, ha quedado en evidencia su mala gestión, por una serie de ataques violentos atribuidos a disidencias de las FARC y otras organizaciones criminales.
Decenas de muertos, incluyendo oficiales de policía, han evidenciado la incapacidad del gobierno para garantizar seguridad a la ciudadanía.
La polarización política se ha profundizado. Sectores de la oposición y parte de la sociedad civil acusan al presidente de autoritarismo tras convocar una consulta popular por decreto, sin el respaldo del Congreso.
La institucionalidad se resiente, la incertidumbre política aumenta y el descontento social se expande. En este escenario, la aparición de Miguel Uribe Londoño tras el asesinato de Miguel Uribe Turbay ha generado un foco de atención política: su participación refleja la búsqueda de alternativas dentro de sectores opositores y la necesidad de un debate serio sobre la seguridad y la gobernabilidad.
Lo que ocurra en Venezuela y Colombia trascenderá sus fronteras. La lucha contra el narcotráfico y la defensa de la soberanía en Venezuela se han convertido en temas de seguridad global.
La crisis política y de gobernabilidad en Colombia amenaza con desestabilizar no solo al país, sino a la región entera.
América Latina se encuentra, más que nunca, en una encrucijada.
La forma en que estos gobiernos enfrenten sus desafíos internos, las tensiones con actores internacionales y la capacidad de garantizar seguridad y gobernabilidad definirá no solo su futuro, sino también la relación estratégica del continente con el mundo.
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