ALBERTO GARCÍA GRANADOS, Parte 1: ¿AUTOR INTELECTUAL DEL ASESINATO DE MADERO?
- José Luis Jaramillo Vela

- hace 1 día
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Del tingo al tango hasta Durango.
Alberto Fernando Próspero García Granados y Ramírez nació en la ciudad de Durango, Durango el 29 de julio de 1848, dentro de la más alta aristocracia duranguense; su padre, Don José Vicente García Granados y Zavala originario del Puerto de Santa María de Cádiz, España, tuvo que salir huyendo de ahí junto con todos sus hermanos debido a la invasión de Napoleón a España; los cuatro hermanos García Granados recalaron en Guatemala, en donde se involucraron en la política, llegando el mayor de ellos, Miguel a ser Presidente de Guatemala; luego los otros tres hermanos se embarcan rumbo a Panamá, pero a medio camino se amotinan y obligan al Capitán a ir hasta el Puerto de Mazatlán, Sinaloa, donde al desembarcar se presentan como “exiliados”, solicitando asilo político en México.
De Mazatlán, Don José Vicente García Granados pasó a establecerse en la ciudad de Durango donde hizo una enorme fortuna en el comercio y la minería; en 1845, a sus 43 años de edad se casó con la señorita Josefa Ramírez y Palacios de diecinueve años, también perteneciente a la crema y nata duranguense (incluso José Vicente era dos años mayor que su suegro); de esa unión nació el personaje que nos ocupa hoy, Alberto García Granados y Ramírez y sus hermanos Úrsula y Ricardo. En 1851 la familia se muda a la Ciudad de México, luego en 1856 se mudan a San Miguel Allende, Guanajuato en donde su padre había adquirido una hermosa hacienda; ahí en San Miguel, la familia sufrió el doble secuestro de su padre José Vicente, primero por el General José Silvestre Aramberri, quien lo acusó de conservador y después por los conservadores, acusándolo de liberal, en ambos secuestros, la familia pagó rescates millonarios.
Nuevo giro, ahora a Alemania
La familia García Granados si bien pertenecía a la aristocracia española, mexicana y guatemalteca, a pesar de ser poseedores de una inmensa fortuna, también les gustaba la política y es aquí por donde les llegaban los problemas, no tenían una ideología bien definida, lo mismo podían ser monarquistas, liberales o conservadores, según les conviniera el momento y la circunstancia política; por eso mismo no tenían lealtades y eso en política es fundamental, por lo que fácilmente generaban desconfianza y se hacían de enemigos.
Por esa razón, los abuelos, tíos. tías y primos de Alberto García Granados estaban todos exiliados en Alemania, puesto que su abuelo paterno había sido colaborador del Emperador Maximiliano; a la caída y fusilamiento de éste, su abuelo José Fernando García Granados consiguió una amnistía del Presidente Benito Juárez con la promesa de nunca más regresar a México, así que se llevó a toda su familia para Bremen, Alemania, hasta fue enviado a estudiar el jovencito Alberto con trece años de edad.
En Alemania el jovencillo Alberto García Granados terminó su educación preparatoria y se fue a estudiar Agricultura a la Royal Agricultural College de Circester, Inglaterra de donde se recibió como Ingeniero Agrónomo, para regresar a Alemania, en Bonn obtuvo un Doctorado en Filosofia; en Bremen consiguió trabajo como agrónomo y adquirió experiencia en el ramo; una vez adquirida cierta experiencia laboral, Alberto decide regresar a México.
Para regresar a México, Alberto García Granados le pide a su padre que le adelante su parte de herencia, el padre le dice que eso será hasta que el muera; en cambio su madre doña Josefa Ramírez lo hereda en vida, pero ha de ir a Durango a tomar posesión de lotes, terrenos, casas, ranchos heredados y venderlos; al desembarcar en Veracruz, de camino a la Ciudad de México, hace parada en Huejotzingo, Puebla, en donde compra una gran Hacienda, nada más con el dinero que traía, ahí planea establecer un rancho agrícola.
En Durango se encarga de vender todas las propiedades heredadas y se hace de una fortuna, se ve tentado a quedarse en Durango, pero ya lo esperaba su proyecto agrícola en Huejotzingo, sin embargo, su sentido de pertenencia es grande y compra una casa para vacacionar en su tierra cuando él quisiera, misma a la que regresó en múltiples ocasiones.
El Ingeniero Alberto García Granados era un hombre brillante, era un extraordinario agrónomo, filósófo, empresario, comerciante y agricultor; era también un muy buen investigador sobre las nuevas técnicas para mejorar la producción agrícola, fue Presidente de la Sociedad Agronómica Mexicana durante muchos años; autor de innumerables estudios en materia económica y agrícola; pero su inclinación y gusto por la política y su inestabilidad ideológica le hacían dudar y vacilar en sus lealtades políticas; también se involucró en actividades políticas y con personas no muy bien vistas en ciertos sectores sociales y de los gobiernos en turno.
Continuara...











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