“México en la mira global: la geopolítica que toca a México”
- Armando Javier Garcia
- 27 sept
- 2 Min. de lectura

En este mundo cada vez más interconectado, los conflictos internacionales ya no son lejanos: sus efectos trascienden fronteras y pueden impactar directamente la estabilidad política, económica y social de países vecinos.
Los recientes movimientos en Ucrania, Gaza y Oriente Medio, combinados con la postura fluctuante de Estados Unidos, muestran que México, por su cercanía y relación histórica con Washington, no puede permanecer indiferente ni limitarse a observar desde la distancia.
El presidente ucraniano Volodímir Zelenskyy ha advertido en la ONU sobre los riesgos de permitir la expansión de la agresión rusa, mientras Donald Trump redefine su estrategia sobre Ucrania y la liberación de rehenes en Gaza, mostrando cómo la diplomacia, la presión mediática y las maniobras estratégicas forman parte de un tablero global donde cada decisión tiene consecuencias inmediatas y diferidas.
Por otro lado, los ataques híbridos en Europa, como los incidentes con drones en Dinamarca y las violaciones del espacio aéreo por parte de Moscú, demuestran que el conflicto puede llegar sin disparar un solo tiro, afectando infraestructuras, economía y seguridad civil.
El riesgo para México no es teórico. Como vecino de Estados Unidos, cualquier escalada regional que implique sanciones, tensiones militares o reacomodo de fuerzas puede impactar directamente en nuestra economía, comercio, migración y seguridad energética.
Las cadenas de suministro, la inversión extranjera y el flujo comercial podrían verse afectados por decisiones estratégicas que se toman a miles de kilómetros, pero que repercuten en nuestra frontera y en nuestros puertos.
Además, la presencia de actores internacionales en Centroamérica y el Caribe podría generar presión sobre la política interna mexicana, obligando a nuestro país a tomar posiciones que, si no se manejan con estrategia, podrían resultar en costos políticos y económicos.
México necesita una estrategia geopolítica proactiva, que no se limite a reaccionar ante anuncios o crisis externas. Para asegurar que los intereses de México sean considerados en cualquier decisión que afecte a la región.
Las guerras indirectas, las presiones económicas y los conflictos políticos de terceros pueden golpear con fuerza la estabilidad interna si no se prevén.
México tiene la oportunidad de posicionarse como un actor responsable, estratégico y prudente, que protege su soberanía sin aislarse del tablero global.
La prevención, la diplomacia activa y la diversificación de relaciones son los únicos caminos para garantizar que nuestro país mantenga estabilidad frente a tensiones externas y minimice los riesgos de daños colaterales que podrían tener efectos duraderos en la economía, la seguridad y la política interna.
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